Primer mandamiento…
Le preguntaría si había algo entre ellos; “te responderá que no”, le dije, “por qué eres tan rotunda en tu respuesta?” preguntó; “porque no cumple las tres reglas, puedes parecerle resultona, pero estoy segura de que no eres su primera opción, ni la segunda, lo más probable es que ni tan siquiera seas una opción para el”, respondí.
Me llamó “la pesada de las reglas,… tú y tus normas” y no quiso seguir escuchándome. Entrada la noche volvió a llamarme, llorando me contó lo que yo ya le había adelantado.
A la gente le cuesta a veces aceptar las ideas simples, por raro que parezca. Vamos a tropezar con personas con esa “inteligencia animal”, perciben tu vulnerabilidad y son capaces de aprovecharse de ella.
En determinadas circunstancias podemos ser inermes, es algo inherente a nosotros. Es importantísimo reconocernos en estas situaciones e interiorizar la capacidad para protegernos, el objetivo es exponernos lo menos posible para reducir nuestro sufrimiento.
[/av_textblock]