…pues te castigo
Determinadas patologías presentan dentro de su cuadro clínico una susceptibilidad extrema ante lo que ellos consideran cualquier indicio de ofensa. Cuando un hecho determinado es percibido por estos individuos como hiriente, comienza el “momento del castigo”; éste tendrá una peculiaridad y es que será desproporcionado al hecho.
La función que tiene este castigo es doble, por un lado “bloquear a la víctima”, paralizarla para que le cueste reaccionar y así poder humillarla, intimidarla, crearle culpa; y por otro, aleccionarla, crearle miedo, someterla.
Si sientes que te están castigando, confía en tu intuición, aunque el hecho te parezca nimio, puede que no sea así para el otro, y necesite castigarte y “alimentarse”.
También puede ocurrir con personas que a priori forman de alguna manera parte de tu vida. Puede que no estén diagnosticadas de determinado trastorno de personalidad pero por ejemplo hayan convivido con alguien que sí, y haber aprendido este tipo de conducta.
La recomendación siempre es que si sientes que el trato que recibes no es el adecuado, desvincúlate inmediatamente de ese sujeto, no te aportará nada bueno.
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