¿Puede ser mas fácil adelgazar en verano?
En verano, tenemos varios aliados que pueden ayudarnos a perder peso, más variedad de fruta y verdura, más vida al aire libre y el calor, son factores que podemos aprovechar. La tendencia habitual es perder peso antes del verano. Estos kilos que hemos eliminado los recuperamos durante la época estival a base de helados, tapas,…. ¿por qué no plantarnos precisamente lo contrario, perder peso durante el verano? A continuación presentamos varios motivos que nos pueden motivar: – Tenemos menos hambre. En verano nos saciamos con mayor facilidad debido a las altas temperaturas. Tenemos menos sensación de hambre debido al calor lo que conlleva comer menos cantidades. – El mercado se llena de vegetales. El verano se incrementa la variedad de frutas y verduras: melón, sandía, ciruela, tomate, pepino,… Nos ofrecen la posibilidad de comerlas solas, combinadas o crudas haciendo que se digieran mejor y aportando un elevado contenido de fibra, vitaminas y agua. – Estamos más activos. La luz, el sol, el clima,… son elementos que influyen de manera muy positiva en nuestro estado de ánimo. Nos lleva a ser más receptivos a los estímulos y nos vemos con mayor capacidad de alcanzar nuestros propósitos. El nivel de estrés disminuye, las siestas, atardeceres, terrazas,… forman parte de nuestro día a día. En paralelo, durante el verano hacemos más vida al aire libre por lo que tenemos más actividad física y por lo tanto más consumo energético. Algunas recomendaciones que podemos seguir son: – Desayunar bien. – Comer menos cantidad pero más a menudo. – Evitar las bebidas alcohólicas y los refrescos azucarados, podemos sustituirlos por zumos naturales, refrescos light o una copa de vino blanco seco. – Marisco, es muy apetitoso y poco calórico. Su elaboración además es ligera, mejillones al vapor, pulpo a la gallega,… – Disfrutar el momento cuando estamos comiendo y sentirnos en calma.